México fue la ubicación y el hogar de la cultura Olmeca y de muchas de las civilizaciones que se encargaron de representar a América por mucho tiempo. Desde el año 1200a.c hasta el 400a.c las tierras del golfo de este país se vieron pobladas por la cultura Olmeca. Esta comunidad dejo distintos legados que hoy en día siguen siendo considerados patrimonio de la humanidad.
Es importante señalar que en la época en que habito esta civilización dicho espacio geográfico no se parecía a la división actual. A pesar de esto es igualmente considerada la población más antigua del centro-este del continente. La misma sirvió de ejemplo para otras comunidades que subsiguieron.
También hay que recordar que la cultura Olmeca también es llamada la “madre de las civilizaciones mesoamericanas”. Esto es debido a que su ubicación se expandió entre el norte de los Estados mexicanos hasta países como el salvador o Guatemala. Aunque en la mayoría de los registros históricos su territorio se centraba en el Golfo de México, anteriormente mencionado.
Una parte importante de la cultura Olmeca es la división territorial que hicieron a través los años. Esta población no siempre se ubicó en un lugar exacto, movilizándose según sus necesidades. Es por ello que se mencionan tres ciudades principales en las que establecieron su población.
San Lorenzo fue uno de los primeros lugares para su instauración y es considerado el más emblemático. Luego se movilizaron más al centro del Golfo, estableciéndose en la Venta (actualmente conocido como Huimanguilo-Tabasco). Su recorrido final los llevo a Tres zapotes, llamado ahora Santiago Tuxlan en el estado de Veracruz.
Geografía
En cuanto a las características de los sitios poblados por la cultura Olmeca tiene varios puntos importantes para resaltar. El primero de ellos es su gran reserva hidrológica, fundamental para el progreso de la civilización. Esto se debe a que su territorio se encuentra rodeado por masas de agua de diferentes tipos.
Valles, bahías, ríos y costas les permitían desarrollar sus actividades para sobrevivir, principalmente la agricultura y la pesca. También en las zonas montañosas podían encontrarse manantiales, pantanos y riachuelos. Incluso al llover la cantidad de agua era bastante pronunciada, lo que ocasiona inundaciones en sus cultivos.
También se pueden mencionar diferentes ríos como Grijalva, el rio Coatzacoalcos, el rio San Juan e igualmente el Tonalá. Todos ellos rodeaban o, en su defecto, atravesaban las ciudades de convivencia de la cultura Olmecas. En cuanto al clima de estas regiones se describe como húmedo, por lo anteriormente mencionado, y a su vez cálido.
Otra parte importante del territorio eran los volcanes y montañas que los rodeaban. Estos sitios servían como centros para la construcción de templos y santuarios, ideales para sus ceremonias. Igualmente eran sumamente respetados por los habitantes Olmecas ya que se asociaban a los diferentes Dioses que estos seguía.
Mapa
Los diferentes mapas de las comunidades Olmecas han sido constituidos por toda la información encontrada en los centros arqueológicos. De esta forma se ha podido establecer un territorio con más de 125 kilómetros de extensión. El mismo es el principal pero recordando las regiones de menor relevancia que también sintieron el paso de esta población.